
A nadie le gusta pensar en la muerte, pero debemos anticiparnos a ciertos acontecimientos para saber cómo actuar en determinadas emergencias. Tenemos que tener claro qué sucede con las hipotecas cuando fallece el propietario o copropietario.
De acuerdo con el Consejo Nacional para la Protección y Protección de los Consumidores Financieros (Condusef), tanto las instituciones públicas como privadas que otorgan financiamiento hipotecario deben incluir seguros de vida en sus contratos para garantizar los pagos de la hipoteca. Muerte de un acreedor o acreedor solidario.
Este tipo de seguro es estándar para préstamos hipotecarios y los pagos se realizan dentro de los límites de los pagos mensuales. Sin embargo, es importante que se tome el tiempo de leer y comprender completamente los términos y condiciones del seguro al momento de celebrar el contrato, para que usted o sus seres queridos sepan cómo actuar en caso de ser necesario para evitar sorpresas desagradables.
Cuando la hipoteca tiene un seguro de vida, la deuda está cubierta por la compañía de seguros mientras los pagos estén al día. De acuerdo con la Condusef, un familiar del codeudor o tomador del crédito notifica a la institución bancaria dentro de los 180 días naturales siguientes al fallecimiento, lo que permite operar el seguro, saldar deudas y cancelar hipotecas.
Este tipo de seguro, además de cubrir el fallecimiento del titular del préstamo, suele dar cobertura en caso de despido injustificado o invalidez.
Es especialmente importante que busque condiciones que puedan incluir exenciones de los beneficios del seguro, como si la propiedad está relacionada con delitos, tiene cambios no anunciados o está endeudada.
En el caso de un préstamo conjunto, ya sea entre cónyuges o parientes de primer grado, el plan de seguro de vida debe revisarse porque, dependiendo de la institución que suscribió la hipoteca, el seguro puede cubrir la totalidad de la deuda y solo una parte de ella. la deuda. correspondiente al difunto, o en el peor de los casos, se puede transferir la totalidad de la deuda a los codeudores. En situaciones como esta, nos gustaría enfatizar la importancia de comprender su contrato de hipoteca, así como su póliza de seguro.
Si la hipoteca no tiene seguro de vida, la situación puede ser mucho más complicada. Si hay herederos de la herencia especificada en el testamento, serán responsables de las deudas impagas. Sin embargo, el beneficiario puede decidir si acepta la propiedad con la deuda o si la rechaza.
El seguro hipotecario es una gran herramienta porque te da la tranquilidad de saber que si mueres, tus beneficiarios no tendrán que pagar sus deudas ni arriesgarse a perder su propiedad.
Finalmente, nos gustaría recordarte la importancia de que tu familia o beneficiarios conozcan los términos de tu hipoteca, sepan dónde encontrar los trámites necesarios y cómo iniciar la cobertura para tener una duda menos. Arréglalo si falla..